Torguvi reúne en La Bóveda a productores y alcaldes de la Guareña, Toro y Tierra del Vino para ultimar la solicitud de la Marca de Garantía para la planta liliácea
Celedonio Pérez 21.02.2018 | 12:15 h.
Hoy puede ser el punto y final de una andadura que se inició en 2012. Hoy puede ser el comienzo de un proceso que desemboque en la consecución de la marca de garantía para el ajo que se produce en el sur de Zamora, concretamente en las comarcas de Guareña, Toro y Tierra del Vino, el área rural que gestiona el grupo de acción local Torguvi.
Hoy están convocados en La Bóveda de Toro productores de ajo y representantes municipales que ya se han mostrado a favor de solicitar el marchamo de calidad y que ya han dado algunos pasos comandados por Torguvi, como la contratación de una empresa especializada para redactar el estudio.
Sergio del Teso, presidente de Torguvi, considera que el proceso «ya está maduro» y que «hay que comprometerse» en una iniciativa que «va a favorecer» a la zona. «Queremos que productores y alcaldes digan «adelante» y podamos presentar la solicitud de la marca de garantía al Gobierno regional».
En la iniciativa se quiere comprometer también a la Diputación Provincial, que ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de apoyar el reconocimiento de calidad para un producto «emblemático» de las comarcas del sur de la provincia.
Al encuentro está previsto que acudan los alcaldes que ya han dicho «sí» a la iniciativa en anteriores asambleas y que también esté presente la alcaldesa de Sanzoles, María Mulas, que, según ha adelantado a este periódico, está muy interesada en que su municipio forme parte del perímetro que podrá cultivar la planta liliácea con marchamo.
Considera Sergio del Teso que «ya es hora de alcanzar un acuerdo global, de aclarar malentendidos, si es que los ha habido, y de que el proceso inicie su andadura crucial que acabe en el reconocimiento de calidad». Para el presidente de Torguvi, «quizás no iniciamos bien los primeros trámites y nos equivocamos al proponer la constitución de una cooperativa como punto de partida, seguramente eso tiene que ser el final, cuando tengamos que comercializar la producción».
La pretensión del grupo de acción local es lograr un acuerdo «sin fisuras», con el fin de que «todo eche andar sin punto de retorno, hasta conseguir el objetivo». «Está claro que hay mucha gente interesada en la marca de garantía y la tenemos que conseguir porque es una apuesta de futuro, tenemos que ir logrando pequeñas cosas para alcanzar el gran objetivo: frenar la pérdida de población que nos está ahogando».
En la documentación que hay que presentar ante la Junta de Castilla y León es imprescindible incluir informes técnicos donde se delimite el ámbito territorial en el que se produce el ajo, así como las prácticas de producción y elaboración que se siguen en la zona. También hay que diferenciar las distintas variedades, así como las condiciones organolépticas del producto que se pretende etiquetar.
Es preciso realizar una valoración de carácter diferencial de la marca dentro del mercado actual y fijar las medidas de autocontrol para cumplir el Reglamento de Uso de la Marca de Garantía y especificación técnica de calidad. Asimismo hay que establecer la «interlocución» con el Instituto Agrario de Castilla y León (Itacyl) que permita resolver todos los trámites de la solicitud para obtener el sello de calidad.